1932 – 1941
BANCO MERCANTIL E INDUSTRIAL
El origen del Banco Mercantil e Industrial se remonta a 1931, cuando un grupo de empresarios industriales, liderados por Rafael Salgado Cuesta, se agruparon para fundar un organismo que contribuyera a financiar las pujantes actividades del sector. Poco después, decidieron trasladar su sede central de la Gran Vía a la calle Alcalá n.º 31, junto a los establecimientos de otras grandes entidades bancarias. El proyecto fue encomendado a Antonio Palacios, que comenzó a trabajar en el diseño hacia 1932, aunque las obras no comenzaron hasta la década de los 40.
Este es el último gran proyecto de Antonio Palacios en Madrid. En este edificio culmina toda una vida dedicada a la arquitectura y una evolución arquitectónica, fruto de los numerosos trabajos que Palacios realizó a lo largo de su trayectoria. Encontramos un diseño depurado, con menos ornamentación y la introducción de nuevos materiales, como el pavés o el acero inoxidable.
El solar donde se asentaría la construcción era estrecho, largo e irregular. Antonio ideó una nave, a modo de lonja, de unos 60 metros de largo y 14 de altura, que funcionaría como patio de operaciones. Este espacio se articula en tres tramos, uno central y dos laterales y está cubierto por una gran bóveda de cañón de pavés que proporciona luz cenital natural. De su interior destacan las bóvedas y los arcos de mármol con elementos de bronce o en la planta sótano, el recibidor que daba paso a la caja fuerte.
El edificio tenía dos fachadas, una en la calle Caballero de Gracia, 32 y la monumental y principal en la calle Alcalá, 31. La primera es más sencilla y discreta, con un tratamiento más expresionista. Está formada por dos cuerpos simétricos y convexos con una portada muy parecida a la del cercano Oratorio del Caballero de Gracia —obra de Juan de Villanueva, al que Palacios admiraba— con la que parece establecer un diálogo visual.
La fachada principal está articulada en tres cuerpos. En el primero se levantan dos pilastras gigantes que flanquean un gran mirador de acero inoxidable y cristal. Las pilastras sostienen un arco monumental situado en el segundo cuerpo que coincide con la bóveda de cañón del patio de operaciones. El tercer cuerpo presenta un ático porticado con columnas que protegen la bóveda acristalada, una solución que recuerda a la utilizada en la sede central del Banco Español del Río de la Plata.
Palacios sabía la necesidad de transmitir una serie de valores que una entidad bancaria presentaba en su sede central, por eso el gran arco de la fachada de la calle Alcalá recuerda a los romanos arcos de triunfo, al tiempo que la monumentalidad y los volúmenes del edificio hace que destaque por sí mismo en el entorno sin desentonar con el resto de edificaciones y contribuyendo a la configuración urbana de la ciudad.
En 1977 el Banco Mercantil e Industrial fue absorbido por el Banco Santander. En 1986 se realizaron algunas reformas en el edificio, aunque la mayor intervención se realizó en 2002, para adaptar el edificio a su nuevo uso como sede de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid y sala de exposiciones.